Tuesday, January 27, 2009

20092201 Pondicherry II







Llevamos ya varios dias en Pondicherry. Hemos tenido ocasión de ver un poco la ciudad y de tratar con algunas personas.
A veces, pides algo y los indios menean la cabeza hacia los lados. Puede parecer que están diciendo que no, pero están afirmando. Para agradecer juntan las dos manos y las ponen cerca de la cara como si estuvieran rezando. La mayoría de la gente habla un dialecto que se llama Tamil y añade unas pocas expresiones en inglés. El inglés que usan está adaptado fonéticamente a su lengua, por lo que entenderles en inglés es complicado en ocasiones. Supongo que cuanto más tiempo llevemos aquí, más palabras iremos pillando, pero parece como si en vez de aprender inglés, estemos desaprendiendo.
El otro día fuimos al cine con los chicos hindúes que trabajan en el hostal donde estamos. Al llegar al cine teníamos dos opciones: una peli de un menda que aparece en la mitad de los anuncios que se ven por la calle, y otra peli de acción sobre un tio que se va de aventura a China. Fuimos a ver la primera, y juer, 3 horas repletas de tortazos, videoclips musicales, gente bailando, disparos, buenas mozas, colorido por todas partes y una buena dosis de drama hindú con todo el sabor del cine de bollywood. El protagonista debe ser un tío superfamoso aquí, y el hombre lo tiene todo: es bello, joven, ágil, bailarín increíble, viste a la moda, valiente, fuerte, no sangra, es una especie de agente secreto, lleva una camiseta que pone "urban romeo", cantante, da lecciones a mamporros a los malos... vamos... que aburre hasta a las cabras. No sé, me pareció una peli muy infantil y muy violenta a la vez. Por supuesto, no hay restricciones de edad para ver la peli, por lo que en el cine estabamos de todas las edades. Los precios de las entradas varían dependiendo de la zona de la sala, cuanto más atrás más caro, sin embargo todos estábamos en la misma sala, y todos los asientos son iguales. Aquí en India les gusta diferenciar a la gente por la cantidad de dinero que es capaz de pagar. No creo que sea algo exclusivo de India, pero aquí parece que esta práctica la llevan hasta límites insospechados.
En Pondicherry hay dos zonas muy diferenciadas. La zona guiri y la zona india. La zona guiri es tranquila, relajante, tiene playa, las calles están limpias, hostales caros, restaurantes caros, está prohibido tocar el claxon, poco tráfico y está llena de extranjeros, turistas y hippies que han venido a India a aprender yoga. A veces los guiris se estresan un poco ante la relajación de los indios, y no es raro ver a alguno protestar y quejarse en las tiendas o los restaurantes. La zona india está petada de gente, comercios, tiendas, restaurantes indios, mercados, hay mierda en la calle, llena de coches, bicicletas, motos, autorickshaws; todos tocando la bocina sin parar, ruido constante, animales en cualquier parte, aceras repletas de motos y bicicletas en alquiler, y gente echando siestas. Gente mayor y niños que piden dinero; pícaros robaperas que simulan estar tullidos para dar lástima cuando piden dinero; simulan estar ciegos, andan con las manos porque supuestamente no pueden andar con los pies. Y por supuesto, gente que sí está impedida de verdad.
Normalmente, en casi todas las ciudades se pueden alquilar motos y bicicletas. Y si uno se atreve con el tráfico, es una buena opción para darte un paseo por la ciudad. También hay transporte público. El autobús cuestra 3 rupias (5 céntimos de euro) y siempre va muy lleno. Los autobuses suelen tener unas escaleras por fuera como para subir al techo. Pero Pondicherry no es una ciudad muy grande, por lo que andando puedes llegar a todas partes.
Otra cosa que me llama la atención es que la gente nos mira mucho. En Bangalore había gente incluso que giraba la cabeza cuando nos veía. Los niños pequeños nos saludan en inglés. Muchas veces, la gente joven se nos queda mirando, se miran entre ellos y se ríen. Supongo que se ríen de nosotros por nuestro aspecto, pero todavía no lo tengo claro. A veces hay gente que nos pide que nos saquemos fotos con ellos.

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