Hemos estado un montón de días en Pokhara. Hicimos un trekking de dos días pero no subimos muchos metros. Fue emocionante porque dormimos con la compañía de una araña del tamaño de la catedral de burgos y pudimos ver el monte Annapurna desde un poco más cerca. Hay días que no hay niebla y se ve desde el pueblo como un gigante blanco que sobrepasa las demás montañas. En serio, es alucinante.
Pokhara fue muy feliz y muy divertido pero llegó el día de irnos a Kathmandu, la capital de Nepal; y elegimos sin saberlo un divertido día para llegar.
El viaje es un poco complicado, son 8 horas en autobús para hacer unos 180 km aproximadamente, y la carretera está llena de baches y curvas. Cuando llegamos estaba todo el mundo celebrando la llegada del año nepalí 2066. Así que esa noche salimos a celebrar la segunda nochevieja del año, junto a unos amigos que habíamos conocido en India y que nos encontramos por casualidad allí en Kathmandu.
Parece ser que en Nepal es el año 2066 por el nacimiento de un rey que fue el supuesto unificador o creador de la nación de Nepal. A parte de la nochevieja, Kathmandu es una ciudad muy grande y hay muchísima gente. Se parece más a las ciudades de India, hay más movimiento, más tráfico y el ritmo es mucho más rápido. Tiene un montón de templos dedicados a Buda, y un templo para los monos, que también son sagrados en Nepal.
Happy new year 2066!
1 comment:
Joer! Aquí se rodó la película del pequeño Buda!!!
Que bonito!!
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