Tuesday, January 20, 2009

20091601 llegada a India Bangalore













LLegada a India, empieza el viaje

La primera sensación de India es el olor. Es algo indescriptible, una mezcla a plantas, humedad, le recuerda a uno también a la comida. La segunda sensación es la temperatura, que cambia radicalmente con respecto al frío invernal de Madrid. Y la tercera sensación es el exotismo de sus habitantes, con sus vestiduras y sus pinturas en la piel a las que nosotros no estamos acostumbrados.

En Bangalore hay mucho tráfico, más de lo que uno se puede imaginar. Casi no hay señales y apenas se ven semáforos. Los conductores tocan el claxon sin parar y conducen de forma caótica. No es raro ver a alguien circulando en sentido contrario, y lo que hemos comprobado enseguida es que los colores rojo y verde de los escasos semáforos, no tienen ningún significado para los conductores. A los taxis se les llama rickshaw, y son unos cochecitos pequeños de tres ruedas que petardean y parecen que se van a caer a cachos en cualquier momento. Para los peatones hay pasos de cebra y los ciudadanos acostumbrados cruzan entre los coches que no frenan, sino que aminoran la velocidad. Los no acostumbrados esperamos a que cruce alguien para ir detrás corriendo.

La ciudad es una ciudad de contrastes.
Por un lado, casas muy antiguas, calles llenas de basura, sin servicio de limpieza, donde no hay papeleras ni contenedores y hay restos acumulados en montones. Edificios cuya estructura ha cedido y se sujetan con andamios de madera. Animales libremente vagabundeando por cualquier calle.
Por otro lado, palacios gigantes para entidades gubernamentales, lujosos edificios de oficinas de importantes compañías de software, centros comerciales, tiendas de ropa de moda, franquicias de comida rápida mundialmente conocidas.

Los ciudadanos.
En Bangalore vive mucha gente. Mucha mucha gente. Las personas van caminando por calles mezclándose con el tráfico. Los habitantes son abiertos y les gusta mucho hablar. Si eres extranjero te intentan hacer el lío para que vayas a una tienda, o para que vayas a un hotel, que según ellos es superbarato, o para que consigas un taxi, etc... en fin, que si les das carrete se ponen superpesados. Vas a un puesto a comprar tabaco y te atienden tres que están en la calle y te cobra el que está dentro del puesto. Vas a un restaurante y te da la sensación de que hay cuarenta camareros. Vas a una tienda no demasiado grande y parece que hay quince empleados. Todos te preguntan de dónde eres, y cuando les dices que de España ponen una cara sonriente de no tengo ni puta idea de dónde está eso.
Por otro lado, a los captadores de clientes, si les agradeces el consejo y no les haces caso te dejan tranquilo. Creo que la gente es muy tranquila y no buscan ningún tipo de problema.
Las mujeres van vestidas con vestidos indios (sari) y tienen pintado en la frente el tercer ojo (algunos hombres también), algunas van vestidas de forma occidental y acaparan las miradas de todos los hombres. Los hombres visten con ropa holgada y se ve muchos con una especie de falda larga como enrollada por las piernas.
Los chicos jovenes van en vaqueros y en camiseta o camisa. Entre ellos se tocan mucho y a veces les ves cogidos de la mano, pero debe ser algo normal por aquí.
También, me llama mucho la atención de muchos hombres adultos que están en la calle, de pie, sin pasear, sin hacer nada, como esperando. No sé si es que no tienen nada que hacer pero desde luego parece de lo más aburrido.
No se puede negar que en Bangalore haya pobreza. Hay gente que no tiene nada y vive en la calle, duerme en las aceras y parece que no tengan ni para comer. No digo que en Madrid no haya personas que estén en esa situación, pero por lo menos pueden disponer de servicios sociales. Aquí el que está jodido, está muy jodido.
Por el contrario, también se puede ver a los yuppies saliendo de sus trabajos con su traje, su corbata y cargando con su ordenador portátil.

Comida
La comida es superpicante. Nos suelen preguntar si queremos comida picante o no. Les decimos que NO!!!!! y eso sigue picando a rayos. Está todo muy rico, pero pica pica. Bueno, el pan no pica y está muy rico también. De momento no tenemos problemas con el estómago, evitamos la bebida no embotellada y alimentos no cocinados, pero llevamos muy poco tiempo todavía.
A nosotros nos dan cubiertos, pero aquí la gente no usa cubiertos, comen con la mano derecha poniéndola en forma cóncava como si fuera una cuchara. La mano izquierda la ponen encima de la pierna cuando están comiendo.

Animales en la ciudad
Pues parecía que era una broma, o algo de las pelis, pues no. Hay vacas en la calle. Ya lo he podido ver con mis propios ojos. Hay vacas paseando buscando ¿comida? por las calles. No las ves a todas horas, pero tampoco es raro verlas. Anoche vimos una que tenía pintada en la parte trasera del lomo una cruz gamada de color rojo. Ya sabemos que aquí eso significa otra cosa, pero no deja de llamar nuestra atención. También se ven muchos perrillos y algunos gatos, pero no parecen muy felices.


El primer día ha sido muy impactante, mucho cambio con respecto a Madrid, parece mentira. Por la mañana nada más llegar daba hasta un poco de miedo, pero a medida que iba pasando el día y iba viendo cómo es la gente y la ciudad, ese miedo se tornaba en bienestar, curiosidad y en ganas de aprender muchas más cosas.

2 comments:

Iago said...

Carlos

Comen con la mano derecha por que la mano izquierda es la mano impura que usan para limpiarse el culo...

Tengo una amiga que fue enfermera en la india y me lo conto...

Carlos S Merino said...

Jeje, deberias ver como son aqui los retretes