Otra playa más, esta vez dentro de la provincia de Goa. Esto ya es estilo Benidorm, pestuzo occidental petado de europeos que hemos venido a liarla parda.
Lo único que se puede hacer un poco fuera de lo clásico es alquilar un bote e ir a ver delfines. Les ves un poco el lomo y de vuelta a la playa.
Puesto que todos hemos estado en una playa y aquí no hay nada más que comentar, os hablaré un poco del transporte en India.
En general, el transporte de pasajeros es bastante lento exceptuando los aviones. Puedes tardar once o doce horas en recorrer distancias de unos 300 kilómetros tanto en tren como en autobús. Nosotros, como nos lo podemos permitir, viajamos en la clase sleeper; es decir, procuramos viajar por la noche con una maravillosa camita para descansar durante el trayecto. Maravillosa, claro está, si alguien te presta un serrucho para cortarte las piernas y poder estirarte un poquito :).
El tren es bastante tranquilo, y aunque el traqueteo es constante puedes leer algún libro sin problemas. Si consigues un vagón con aire acondicionado hay menos gente; se va más tranquilo e incluso tienen un enchufe. En el trayecto de Bangalore a Pondicherry pudimos hasta echarnos unas partidas con el MAME en plan frikis.
En la clase sin AC, está petada y a veces no cierran bien las ventanas por lo que puedes coger un poco de frío; así que es mejor abrigarse. También hay bichos repugnantes y los servicios parecen una broma pesada; pero es que el billete igual le ha costado 4 euros oiga. Los trenes son muy largos y tienen muchos tipos diferentes de clases. Hay hasta vagones con habitaciones totalmente separadas con cama, pero eso se escapa a nuestro presupuesto. Una vez a bordo, con el tren en marcha y si quedan huecos libres, puedes hacer un upgrade y acceder a otro vagón de mejor clase, todo es cuestión de sacar las rupias del bolsillo.
Los autobuses para trayectos de larga duración también tienen camas, pero son más pequeñas, si cabe. El vaivén del autobús es más acusado y no se puede hacer prácticamente nada excepto hablar con los vecinos y dormir, si te dejan. Tuvimos la oportunidad de entrar en la cabina del autobús en el trayecto de Hampi a Gokarna.La cabina era muy grande y podían caber cuatro o cinco personas. Estuvimos disfrutando de la magistral conducción temeraria por un buen rato.
Los taxis. Cuando me acuerdo de los taxis siento algo que me hace sospechar que los profesores de autoescuela en India son ex-especialistas de películas de acción. Un trayectito de un par de horas en taxi es suficiente para confundir la realidad con un episodio del equipo A. Entre los conductores de coches se ha impuesto la moda de adelantar sin visibilidad. Yo por mi parte, creo que no subiré a otro taxi en India.
Los autorickshaw o tuc-tuc, nuestros ya entrañables compañeros de andanzas interurbanas y trayectos cortos entre pueblos. Temibles pero lentos, lo que los hace no tan terribles a estas alturas.
Feliz día de San Valentín a todos y todas!!!
No comments:
Post a Comment